23 de marzo de 2018

Último partido Fase Regular JJDDMM 2017/18




EL INFANTIL DEL C.B. FRESAS CLASIFICADO PARA LA FASE FINAL DE LOS JJDDMM 2017/18 DEL IMD TRAS UN FINAL DE INFARTO CON SAFAUR
Ayer volvió a escribirse una página épica en la historia de este pequeño club de la calle Fresas. Como si de una leyenda homérica se tratara, llegábamos al final de la fase regular IMD jugándonos el “ser o no ser” a un único partido. Sólo el vencedor pasaría a la fase final.
La cita estaba programada para el sábado, pero quiso Zeus con sus inclemencias meteorológicas y no sin incertidumbres de última hora, que se retrasara el envite hasta mediados de semana. Daba igual, bajo la lluvia del sábado hubiéramos vencido también como en Salamina.
Una vez pasada la tormenta, finalmente el miércoles nos veríamos las caras en un partido a “todo o nada”.
Los precedentes habían sido dramáticos, en la ida, en una batalla digna de la mismísima Maratón, las huestes “persas urgelinas” habían estado a punto de doblegarnos en nuestra cancha, en lo que probablemente hubiera supuesto, a pesar de lo temprano del momento, el fin de las polis griegas de la calle Fresas en la competición. Habíamos vencido la primera guerra médica.
Ya entonces demostramos que nos van los lances épicos y que, aun siendo inferiores en número y recursos (sólo había que fijarse en la diferencia física con los ya formados chicos persas del Safaur), nuestras trabajadas técnica y táctica, así como nuestro espartano espíritu de lucha, iban a darnos la única oportunidad que necesitábamos para sobrevivir, y tras dos tiros libres errados por Safaur en el último segundo, en los que tenemos que reconocer la mano de la diosa Fortuna (Tique en nuestra mitología griega), eso es lo que hicimos, sobrevivir y seguir adelante.
Safaur volvería a intentarlo en la segunda guerra médica, que a punto estuvo de librarse en Salamina, aunque definitivamente llegaría el miércoles en las Termópilas de Nervión.
Allí nos encaminamos, griegos de primer y segundo año, como atenienses y espartanos nos precedieran siglos a en el famoso desfiladero.
En un soleado día primaveral, pronto comprobamos que efectivamente nos habían citado en un sombrío y angosto lugar, rodeado por pabellones escolares de la SAgrada FAmilia de URgel. A pesar del gélido frío todavía invernal, no nos tembló el pulso. Avanzaron la hora del envite, no nos tembló el pulso. Algunos atenienses llegaron con el tiempo justo, no nos tembló el pulso.
Allí, encabezados por nuestro Leónidas particular (Pablito Núñez), comenzamos la resistencia de las embestidas persas, sabiendo que el tiempo jugaba a nuestro favor. La batalla se resolvería en cuatro asaltos…
En el primero, salimos con un equipo que realizó una buena presión, con agresividad en cada jugada, Pablo Negrón, Manu, Javi. Corríamos y sacábamos ventaja de las habilidades de nuestros bases Pablito y Sminker, que movieron el balón con rapidez de lado a lado de la cancha para conseguir ganar el cuarto con holgura. Final del cuarto y BRONCA, en mayúsculas, del entrenador “Jerjes” de turno a sus jugadores. No le gustaba nada el cariz que estaba tomando la batalla.
El segundo asalto lo comenzamos con un equipo nuevo y más alto, entraban algunos atenienses (Víctor, Carlos Paneque, Jaime), que junto con el resto de griegos debían defender lo conseguido en el primer asalto. Comenzaron algo fríos, no es de extrañar en el sombrío desfiladero en el que nos encontrábamos. Hubo falta de rebote en defensa que hacía que el equipo persa tuviera 2 o 3 oportunidades de tiro en jugadas de ataque y eso lo aprovecharon para recuperar su desventaja. Progresivamente el equipo fue cogiendo soltura, adaptándose al medio y metiéndose en el partido, con buenas entradas y rebotes de Gerardo que junto con Manu tenían que batirse el cobre con las torres persas. Con bastante esfuerzo se consiguió mantener la ventaja de cuatro puntos al final de la primera parte (17-21).
Tras el descanso, Jerjes quemó sus naves y los persas nos acometieron con todo lo disponible. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer, una muy buena defensa, con Nico, Pablito, Pablo, Gerardo, Sminker y Jaime (que como no podía ser de otra manera metió su triple de costumbre). Defensa de piernas y metiendo la mano en momentos apropiados para conseguir ya sea el robo de balón o lucha (se pitaron muchas en jugadas defensivas de nuestro equipo). Sminker se empleó como un auténtico espartano, luchando cada pelota. Todo el equipo perfectamente ensamblado por Paula desde el banquillo estaba dando muestras de poder conseguir la victoria necesitada y así la defensa fue protagonista y propició robos de balón que acabaron en entradas sin oposición debajo del aro. Conseguimos terminar con uno arriba en el marcador, la victoria estaba más cerca…
El último y decisivo asalto fue donde se produjo el crucial desenlace y al igual que los anteriores transcurrió igualado, con más dos y más tres a nuestro favor, pero sin llegar a desmontar por completo al ejército persa.
Hasta tres tiempos muertos llegaron a pedirse en los últimos minutos, Cronos parecía haberse parado, el ruido era atronador con la llegada de hordas de seguidores persas que, sabedores de la cercanía e importancia del desenlace, acudían para animar a los suyos. También los griegos contaban con el apoyo de algunos padres y madres, que veían fajarse a sus hijos en territorio enemigo, y de compañeros como Carlos Fernández, que desde el banquillo alentaba y aconsejaba a sus amigos en estos momentos decisivos.
Pero los persas no contaban con un detalle importante, frente al descontrolado Jerjes que vociferaba clamando Justicia, Paula (por Palas) Atenea, siempre había estado de nuestra parte, infundiendo tranquilidad a nuestros guerreros, incluso en este tramo final de la temporada. Sólo tenéis que mover la bola, el tiempo juega a nuestro favor, y los nervios en su contra.
Estos avatares nos llevaron al último minuto y medio con 2 arriba tras tiro libre anotado por Pablo Negrón y balón para Safaur.
El árbitro, cual ciega diosa Justicia, y es que es difícil que un solo juez pueda ver todo lo que acontece en un envite de esta categoría, paraba el crono una y otra vez, 1:30 con dos arriba Fresas, pero balón para Safaur. 1:15, Defensa, 50, Defensa, 17, Defensa… ¡recuperación griega! 12 segundos, tiempo y balón para Fresas. Ya faltaba poco…
Última posesión, Nico, con gran manejo de la bola, la guardó, recibió varias faltas, reclamó mientras escondía la bola, no se pitaba nada… y el crono seguía la marcha inexorable de la historia hasta agotarse con la bola de partido en manos de nuestro base y la victoria en nuestro lado.
Pitido final, bola al cielo de Nervión, C.B. Fresas clasificado, sigue camino en IMD, ¡buen camino!, que diría un peregrino en Santiago, y es que independientemente de lo que nos depare el destino, la gesta ya está lograda, tras una temporada llena de vicisitudes con las lesiones de Álvaro, varias de Nico, Edu, Marcos, y la colaboración de todos, Dani, Iván, … chicos, habéis vuelto a superaros y a darnos una alegría a vuestros mayores fans (vuestra familia y amigos).
Espartanos, Aur, Aur, Aur. (Víctor Correa)

#OrgullososdeserdelCBFresas



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